La Riviera vibra siete veces con Ultraligera
El día que les descubrí no pude parar de escucharles.
Ya no recuerdo si fue por una story de Instagram, alguna de las recomendaciones de Spotify o que simplemente llegaron a mí. Esta relación dio comienzo con su éxito «Matanza En El Hotel». Y como siempre, cuando descubres a un grupo o artista, el siguiente paso es teclear en Google «Concierto Ultraligera 2025». Para mi sorpresa, y aunque creí que no eran tan conocidos, estaban justo con su gira. Tocaban en Madrid. Octubre. La Riviera. Y no una vez, sino cinco.
Para continuar con el asombro, cuando me disponía a averiguar el precio de las entradas mientras, a la vez, pensaba a quien podía involucrar en esta nueva experiencia que mi cuerpo me pedía vivir, SOLD OUT. Como coloquialmente se dice: «mi gozo en un pozo». Era principios de septiembre. En un mes y medio, seguro, o casi seguro, conseguiría un par de entradas.
En estos casos, tu aliado perfecto es Ticket Swap (para aquel que no lo conozca o que no haya interactuado aún con esta plataforma, ticket swap es una app de reventa. Fiable. Segura - o eso es lo que dicen). Aún con las alertas activadas y participando en una media de seis sorteos que salían al día, nunca conseguí entrada.
Mi sorpresa llegó cuando el grupo de rock alternativo anunció no una, sino dos fechas más. Un 5+2 en toda regla. Con esos dos últimos pases el mismo día, uno por la tarde y otro por la noche. Cuando salieron, las entradas de esas dos fechas se agotaron en seis minutos. Para entonces, mi hermana ya era fan y teníamos las nuestras.
Domingo 2 de noviembre
«Son libres de hacer lo que les plazca» sonó por megafonía tras anunciar que el concierto daría comienzo en 20 minutos. A pesar de aquellas palabras, todavía no éramos conscientes de lo que esa sala, abarrotada de gente con máscaras (símbolo de la gira) iba a vivir.
Aquel iba a ser el último concierto de su gira. La última vez que se subirían al escenario para presentar su primer disco “Pelo de foca” (cuyo nombre asumen no saber a qué hace referencia exactamente). “La Basura” sonó dando comienzo al concierto.
Energía, luces, gritos, saltos y mucho, mucho rock. “Un concierto que convalida perfectamente por una clase de cardio”. Sin duda, Ultraligera es un grupo que consigue traer al presente las vibras de este género musical que nuestra generación no vivió (o al menos la mía, los nacidos en el 99). Y lo hace para un público multigeneracional. «Tenéis muy buen oído musical para vuestra edad» nos remarcó un hombre que podría decir que rozaba los 40 años y que había disfrutado de los dos pases consecutivos del día.
El movimiento y la obsesión por recorrer el perímetro de la sala e incluso trepar por los laterales del escenario principal de Javier Gismero “Gisme”, solista del grupo, recuerda, como bien remarcaron en Rock FM, al músico estadounidense Eddie Vedder de la banda Pearl Jam. Esta locura intencionada del vocalista está complementada por Coque Fernández y Kash, guitarristas; Santi Urruela, bajista, y Martín Aparicio, batería. Una agrupación de jóvenes rockeros, con pelos largos, tatuajes y con whisky en sangre que hacen vibrar la Riviera como pocas veces había sentido antes.
Podría hacer un ranking de mis TOP 3 canciones, pero la verdad, es un disco digno de escuchar de principio a fin. Y a la pregunta de si vale la pena tanta expectación y “hacer cola virtual” por un grupo, digamos que emergente. MERECE LA PENA y mucho (mi ausencia de voz del día siguiente lo confirmó).
¡Larga vida al rock ‘n’ roll!
